lunes, 30 de diciembre de 2013

Pasiones efímeras

Vas caminando por la calle. Respiras. Un olor a waffles colma tus sentidos. Te enloquece. Hace querer ser una bestia debora waffles por toda tu vida. Te quieres volver en un sabueso, en alguien que vive y muere por su nariz. Te quieres dejar llevar a lugares lejanos, no conocidos ni explorados, mejor dicho ignorados, por tu nariz. Pero el olor desaparece. Te rindes.

Escuchas una canción melancólica. De ese rock como de whiskey. Mejor dicho de porros, o de ambos. Da igual.  Es un sentimiento tóxico. De repente quieres cantar. Como no puedes cantar quieres hacer a una guitarra cantar. Como eso tampoco funciona quieres dejar a tu cuerpo cantar, pero nada coherente sale de esos esfuerzos. Solo te queda ese sentimiento tóxico. Pones a tu mente a cantar. Te dejas llevar. Perdiste la guerra del autocontrol.

Estás sentado. No hace ni frio, ni calor. Bueno quizá más frio que calor. Sale un rayo de sol. Uno mañanero. Que se fuga entre los arboles. Pero ese rayito de sol te calienta. Te da un calorcito que es lo más cercano al calor de una madre. Te quedas ahí como estupido, pero disfrutando. Juras dejar la mala vida para siempre y convertirte en guru. Prometes disfrutar de lleno la naturaleza y solamente la naturaleza. Te quieres convertir en poeta.


sábado, 7 de diciembre de 2013

Anécdotas de un niño.

Yayita siempre me cuenta de cómo eran las cosas antes. La verdad a veces creo que se inventa las cosas. Hacían cosas muy alocadas. Por ejemplo, había todo un sistema extraño donde algunas personas morían de hambre y otras comían tanto que se morían. También me contaba que la costumbre en aquellas épocas era contaminar lo más que se pudiera. Si contaminaba más que los demás se te consideraba una persona excelente. Al parecer no había límites para las extrenticidades de las civilizaciones clásicas. Pero el aspecto más extraño era que se sentaban al frente de un rectángulo de vidirio durante largas horas. Todavía no sabemos por qué.

sábado, 4 de mayo de 2013

Liberación de la tierra

Es el año 384 después de la unificación de las naciones del planeta en una sola federación. Hace unos años empezó como un rumor la idea que tenemos esclavisado al planeta. Posiblemente la idea vaya más allá de unos años. Puede ser que han pasado milenios desde la idea. Se dice que los fundadores de los cimientos de la civilización como la conocemos hoy ya estudiaban el tema de un mejor uso del planeta. En esos tiempos todavía quedaban muchas especies salvajes de animales. Hoy ya no quedan más que ciertos animales clonados que muy bien pueden no ser para nada la especie original. Eran tiempos muy raros, sus preocupaciones más grandes eran: la pobreza, la diferencia de género, epidemias, racismo, etc. Hoy en día ya no vemos eso, pero para aquel que es suficientemente inteligente o sensible o ambos es muy obvio que no le queda mucho a ese descuidado planeta.

Hoy se habla de que se han traicionaron los ideales de la federación, mientras otros hablan de que estamos en el camino correcto, que dentro de 5 décadas podemos estar a la altura de la vida que El Sabio (también llamado Asimov) envisonó para los humanos en las épocas antiguas. Por otro lado está el tema de liberar al planeta de las garras de nosotros, sus amos actuales. En mi opinión es algo que si es cierto dejará de ser pronto, dado que los recursos que nos puede dar el mismo ya son escasos, y cada vez son más las misiones y colonias en otros lugares del sistema solar. Por lo pronto los azulverdosos (por lo colores con los que antiguamente se relacionaba al planeta) hacen protestas y cada día son más los que se unen al frente. Mientras por otro lado se van polarizando las opiniones y se concentra la opinión contraria en los humanistas: aquellos que buscan la supremacía humana en el universo.
Una vez escuché la leyenda que antes había esclavitud, que unos pueblos invadían a otros y el bando ganador esclavizaba al otro. En una ocación uno de estos pueblos entró en conflicto interno porque unos querían liberar a los esclavos y otros no. Al final ganaron los enmancipadores. Me pregunto a veces si en estos días de paz y aparente progreso ocurrirá algo parecido, que nos sumerjamos en una batalla sangrienta por liberar y dar derechos a nuestro planeta. Por otro lado, ¿qué será de nosotros los humanos si no podemos perturbar el planeta? ¿Hasta dónde llegarían los azulverdosos?¿y los humanistas? Hasta donde entiendo cada uno es excluyente del otro, mientras uno quiere explotar todo recurso disponible en nombre de la eficiencia y la humanidad, otros quieren que se deje de mutilar al globo terraqueo. Lo interesante es que nadie le ha preguntado, ni podrá nunca preguntarle al planeta lo que prefiere sobre el tema.

martes, 30 de abril de 2013

Un paseo de la infancia


Iba Axd caminando sin preocupación alguna.Todo parecía igual, todo sonaba igual. Al impactar los talones de los tennis (gastados en esa misma zona de tanto uso) contra el pavimento, sonaba el mismo sonido seco de siempre. Las calles olían igual que siempre, con ese olor a humedad raro, como si se fuera a caer el cielo de tanta agua que se avecina. Pero no, solo eran los puestos de comida callejera echando agua a la acera para hacer la limpieza mañanera, como siempre. Lo que Axd no sabía era que...pues se le había olvidado ponerse los pantalones. Acto seguido Axd se despertó asustada. En cuestión de segundos ya volvía a los brazos de Morfeo, con una sonrisa que decía "con qué pendejah sueño a esta edad de 46 años".

lunes, 27 de febrero de 2012

Format drive c:

Dicen que al cerebro humano se le es más fácil guardar emociones que memorias. Que hay dos lugares donde guardar memorias: hipotálamo y las amígdalas. Estas últimas siendo las culpables de que incluso una persona que sufra de amnesia pueda recuperar emociones vinculadas a cierto eventos. ¿Qué jodido, no?

Yo solo quería olvidar un solo evento. No sé si por ser específico era menos exigente o lo contrario. Eso sí, soy impaciente. Muy impaciente. O terco. O muy terco, o todo junto. Da igual. No estaba ni estoy dispuesto a perder todas mis memorias ni a quedarme con esa noche en la cabeza. Quería por lo menos eliminar un evento, si se puede jefe pues di'una vez quitamos 3 o 4 de un tiro. Pero que va, el sci-fi siempre anda más adelantado que la maldita ciencia.

Hay dos pasos sencillos, según leí, para borrar eventos de tu cerebro. Paso 1: piensa en el evento. Paso 2: bloquea cierta reacción química y voilà. ¿Pero cuál es esa peculiar reacción química? ¿Cómo se pueden bloquear reacciones químicas en el cerebro?¡¿Dolerá?!¡¿Doctor?!

...Loco, pero si no hay doctor, solo estás tú...

Aunque es cosa de locos se lo conté a Ángel. El es auto declarado Straight Edge y no sé qué cuartos. Se lo conté solo por joder, porque sí. Porque a veces hablar random hace que todo tenga sentido. Su reacción fue súper predecible "¡Yo soy Straight Edge! Solo gente tan basura como tú quiere hacer esas cosas que van en contra del STRAIGHT EDGE". Y obvio yo reí y él también pues es el efecto de ser random, reírse aleatoriamente.

Pero luego dijo "Oye en serio y ¿por qué te quieres hacer eso? ¿Apoco te violaron, hombre pájaro? ". Y en cuestión de milésimas de segundo ya le decía "Tu sabe que sí buen trollazo". "Ya en serio habla, ¿qué paso?" insistia Ángel con una cara ligeramente más seria que antes. Como cuando se quiere decir "a ver pendejo déjate de mamadas y habla o calla para siempre" pero da "hueva" decirlo o quien quiere decir pero no lo hace "Me vas a contar o no", quién sabe. En fin que le dije que la vida será más sencilla de manera más rápida si logro eso. Además que estaría cool para hacer un cuento y así.

Otro ataque de risa. Este Ángel no se toma nada en serio, pensé. Empezaron a pasar lista y yo seguía con la duda en la cabeza "¿Cómo pude olvidar por todo un mes que llevé clase de Dinámica en 4to semestre pero no puedo olvidar esa noche de mierda?¿Cuál es la maldita reacción química que hay que bloquear? ¿Dolerá?¿Doctor?¡¿Doctor?!¡¿DOCTOR?!".

"¡Alfredo! ¡Alfredo!" decía Ángel mientras me agitaba. Al parecer tenía una cosa que definitivamente no iba a recordar, la clase de hoy.

domingo, 2 de octubre de 2011

El mensaje

Soy de las pocas personas que encuentran comfort en la lluvia y en el frio. Me gusta sentir como la brisa fría me quita "n" capas de piel y me quema la cara, aunque no me gusta que me pele las manos. Me gusta oler la lluvia (que algunos dicen que es el olor a tierra mojada). De seguro todo el mundo puede encontrar tranquilidad en el sonido de una lluvia suave. Yo también puedo encontrar tranquilidad en una tormenta. El sonido de los truenos y la brisa violenta haciendo enloquecer a los árboles me hacen sentir bien o en paz, ya no me decido.

Espero que no me malinterpreten, a mi también me gustan los días soleados y llenos de vida. Me gusta ver los distintos colores que la naturaleza tiene por default, en especial el verde. Pero hoy llueve y me vino ese recuerdo a la mente. Como decía muchas personas identifican el sonido de la lluvia, pero puedo asegurar que el sonido que hace la lluvia de hoy no tiene nada de normal. ¿Por qué cambió el patrón de cómo caen las gotas de lluvia? ¿Será un mal presagio?

Ahora no tengo a mi abuelo para que me explique lo que el resto de la humanidad tiende a ignorar. Esos pequeños mensajes escondidos por aquí y por allá. No los culpo. Escuchar esos mensajes requiere de mucha atención. Entenderlos es otro problema. A veces la naturaleza de caprichosa te tira los mensajes de a poquito. Como si la vida fuera un juego y sus mensajes fueran parte de él. Pero en fin, que hasta ahora lo que sé es que hay algo raro.

Mi abuelo era un hombre sencillo. Su poseción más querida era una hamaca, debajo de una mata de carambola, la otra mata donde amarraba la hamaca ya no me acuerdo cual era. Era un hombre que no encontraba mucho placer en la ciudad y quizás por eso aprendió tan bien a entender las señales que pocos gustan ver. Es que además todos las vemos, pero pocos les hacemos caso. Me transmitió su paciencia para contemplar el escenario. Prestar atención a lo que hacen los insectos en la casa, sentir el mensaje de la brisa, del cielo, de las aves y otros animales. Incluso nosotros los humanos somos parte de ese mensaje. Hay veces que la gente ando como incómoda en general o exageradamente feliz y no saben por qué. Eso es uno de esos "mensajes".

Me imagino que deben andar preocupados y preguntandose "¿qué son esos mensajes?", "¿De qué son esos mensajes?". No se preocupen muchos de esos mensajes no son importantes. A veces solo avisan que habrá lluvia a mitad del día. Otras veces sí son importantes, avisan terremotos o erupciones volcánicas (cosa que son de poca importancia en esta isla de caribe). Otras veces solo son la constante prueba de lo maravilloso que es este mundo y nada más. Pero que el patrón de la lluvia cambie, eso ya son otros quinientos.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

La anticipación

asjflkasjfklasflkajsfkljasfalksfaśjdflkjasdflkj asḱfjaslfkdsfkldskljlk fdlkjaĺskdkjfaslfaĺasdf.
Ritmo, ritmo y más ritmo. En una obra se perdió Fedrico. No sabía lo que estaba a punto de ver. Había planeado con mucha anticipación ir a ver la función. Sus manos se aferraban con fuerza del reposabrazo de la butaca. Tenía mucho sin ver una obra y sus neuronas bailaban de exitación.

Ya habían dado la tercera llamada (que fueron como 5 o 6, pero ta'bien). Oscuridad. El tímido sondio de la orquestra. Luz de enfoque en la tarima. El primer personaje hacía de las suyas. La oquestra seguía tímida y suave. De repente, como explosión, el escenario se llenó de vida. La representación del pueblo estaba en su apojeo. Baile por aquí, baile por allá. Una locura, infinitas canciones simultaneas sonaban. Federico iba a estallar. El asunto parecía entre una mezcla de introducción de circo y de serie noventera. El orgasmo teatral llegó a un paro y ya solo eran dialogos. El muchacho ya sabía qué iba a hacer con lo que le quedaba de vida: iba a actuar, bailar y cantar en comedia musical.